Cuatro principios bíblicos para mejorar los hábitos de lo que compartes y consumes en las redes
En la antigüedad, cuando me uní a Facebook en mi computadora, en el 2009, este era un sitio entretenido al cual concurrir. Había pocas fotos y se cargaban lentamente. Mayormente, te enterabas de qué estaban haciendo tus conocidos y disfrutabas de las bromas de tus amigos. Los videos eran aun más escasos que las fotos y no recuerdo que hubiese anuncios.
Desde entonces, todo ha cambiado. Los ingenieros del software han creado algoritmos para mostrarnos lo que ellos quieren que veamos, no necesariamente lo que nosotros queremos ver. También hay muchas más publicidades y grupos de odio y de gente malvada que difunde contenido inapropiado.
¿Qué debo tener en cuenta a la hora de compartir?
Podemos pensar en varios principios cristianos y en la moral cuando compartimos enlaces en las redes sociales, incluso cuando se trata de información fidedigna. Los rumores y las falsedades se comparten allí diariamente y no deberíamos ser parte de eso. Pero ¿cómo puede uno saber qué está bien compartir y qué no? Comencemos con el criterio bíblico para todo lo que consumimos.
Primer principio: Todo lo que es verdadero
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Fil. 4:8, RVR1960).
El artículo que estás a punto de compartir ¿es verdadero?, ¿es honesto?, ¿es justo?, ¿es puro?, ¿es amable?, ¿es de buen nombre, tanto el contenido como la persona de quien se trata?, ¿hay virtud en él?, ¿hay algo digno de alabanza en él? Si no reúne estos criterios, ¿deberías, como cristiano, compartirlo? Pablo parece ser bastante claro al respecto. Las cosas que promovemos deben tener estos atributos; y si no los tienen, no debiéramos compartirlas.
Segundo principio: Evita la falsedad
“No hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxo. 20:16, RVR1960).
¿Sabes con certeza que lo que estás por compartir es cierto? Si no es cierto y lo compartes igualmente, esta es otra de las formas del siglo XXI de quebrantar uno de los Diez Mandamientos. Si lo que estás compartiendo no es cierto, estás esparciendo mentiras y rumores. Esto es algo en lo que no deberíamos estar involucrados como cristianos.
Tercer principio: Evita el mal
“En los que fraguan el mal habita el engaño, pero hay gozo para los que promueven la paz” (Prov. 12:20, NVI).
Aquí hay otro principio y una promesa. Aquellos que fraguan el mal son engañadores. Van a mentir. No llegarían muy lejos si fueran sinceros. Sin embargo, si promovemos la paz, tendremos gozo. Realmente no puedes hacer el mal al promover y compartir temas pacíficos en las redes sociales, y la Biblia dice que tendrás gozo al hacerlo.
Cuarto principio: Todo lo amable
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad” (1 Cor. 13:4-6, RVR1960).
Se promueven muchas historias y videos en las redes sociales, y estas ganan dinero al arrastrarte a que veas la mayor cantidad posible. A mi mente vienen varios enlaces que veo compartidos que promueven la envidia, la grosería, el egoísmo y el mal. Solo unos pocos se regocijan en la verdad pura. ¿Cómo podrías relacionar esto con la última publicación que compartiste?
¿Te sientes estresado? Considera tus hábitos en las redes sociales y considera seguir estos principios. Aplica estos principios no solo para lo que compartes sino para lo que consumes. Pasa más tiempo con el Señor diariamente. Pasa más tiempo con él que el que pasas en las redes sociales. Te garantizo que encontrarás más paz al seguir estos principios.
¡Y asegúrate de compartir mi artículo!
La versión original de este comentario fue publicada por la revista Outlook, de la Unión del Centro de los Estados Unidos.