Se necesitan nuevas maneras de ministrar a otros
Tarek* se sentó en la cama. ¿Qué era ese ruido? ¿Venían a matarlo? Dio vuelta la cabeza, y vio que su esposa dormía profundamente a su lado. Después de confirmar que sus hijos también dormían, procuró conciliar otra vez el sueño, pero sin éxito. Él y su familia se habían hecho cristianos. Para muchos, era algo que no tenía perdón.
Había sido una tortura psicológica saber que nada podía salvarlo de que lo mataran por su fe en Dios, ni siquiera su excelente título o su empleo. Gracias a la ayuda divina, pudieron escapar a otro país con mayores libertades.
Ahora como refugiados, Tarek y su familia a menudo se sentían desanimados. Era agotador no sentirse seguros jamás en su hogar. Mirar la serie de Radio Mundial Adventista (AWR por su sigla en inglés) titulada Profecías bíblicas reveladas, que condujo Cami Oetman, fue justo lo que él necesitaba. Decidió contactarse y enviar un pedido de oración en el sitio web de evangelismo de AWR. Una joven voluntaria llamada Leanne respondió con la siguiente oración:
«Querido Dios, gracias por este contacto que he logrado tener con Tarek hoy. Oro por él, Señor, dado que vive con desafíos reales por ser un refugiado. Te alabo, Señor, que tú eres un refugio en momentos de prueba. Eres nuestra seguridad. Lo que el enemigo quiso que sea para mal, tú puedes transformarlo para el bien (Gén. 50:20). Gracias por no olvidar nuestro clamor (Sal. 9:9-12). Gracias por tu promesa de que jamás nos dejarás ni abandonarás (Heb. 13:5). Te pido que envíes tu Santo Espíritu para guiar a Tarek y su familia. Gracias por escuchar nuestra oración. En el nombre de Jesús, amén».
Entonces continuó: «Tarek, seguiré orando por usted y su familia. Por favor, hágame saber cómo les va. Si tiene algún otro pedido de oración o preguntas sobre la Biblia, no dude en contactarse con nosotros».
Unos días después, Tarek replicó: «¡Muchas gracias! No tienen idea de cuánto me han animado. Creo que Dios nos oye. Por favor, no se olviden de mí y mi familia en sus oraciones».
DETRÁS DE LAS PANTALLAS
Estas y otras muchas historias alegran los corazones de los voluntarios del Centro de Evangelismo Digital (CED) de AWR en las Filipinas. Los misioneros digitales de este centro son albergados temporariamente, y trabajan en un lugar atestado. Pero se están construyendo nuevas residencias y una oficina mucho más grande.
Debido al COVID-19, los progresos se han visto retrasados, y se han necesitado más voluntarios para esta serie de reuniones. Pero entonces, Dios brindó voluntarios adicionales que trabajan desde sus hogares en Estados Unidos, Filipinas, Brasil y Tailandia.
¿Pero quién es Leanne, la voluntaria que oró por Tarek? Ella fue invitada por Christina, una de sus amigas y estudiante como ella en la Universidad Adventista Southern. Leanne le dijo: «Si hace unos meses me lo hubieras preguntado, jamás habría adivinado que pasaría mis tardes como voluntaria de AWR. Vi que mi amiga Christina usaba dos pantallas de computadora para mantenerse al día con los pedidos de oración y preguntas bíblicas, a un ritmo que ni ella ni los voluntarios de las Filipinas podían seguir. Mirándome, me dijo: “¿Quieres ayudar?”»
Leanne tenía sus dudas, dado que estudia enfermería y no teología. Pensaba que no estaba calificada para responder preguntas, y jamás se había sentido muy cómoda orando con extraños. Pero una vez que comenzó a colaborar, esas dudas se disiparon rápidamente. Si le hacían una pregunta muy complicada, simplemente se la reasignaba a un pastor encargado. También descubrió que AWR cuenta con una base de datos llena de recursos, que simplificaba el proceso de escribir oraciones o respuestas bíblicas personalizadas.
Cada día, Leanne aguardaba su turno con ansias porque, como dijo: «no hay nada como estar allí para ayudar a la gente en su caminar con Dios. Aunque yo había pensado pasar el verano de una manera muy distinta, no cambio esta actividad por nada, porque he visto obrar a Dios de cerca».
Para el fin de las reuniones, Leanne logró conectar a las personas que querían unirse a la Iglesia Adventista con un pastor o instructor bíblico en países como Zimbabue, Sudáfrica, Tanzania, India, Filipinas y Canadá.
¿Y quién es Christina, la amiga de Leanne? Es una joven misionera que ayuda a Karen Glassford, directora de los Centros de Evangelismo Digital de AWR.
Tan pronto como el sitio web de evangelismo (awr.org/bible) comenzó a funcionar, los mensajes fluyeron en forma incesante. Se necesitaba más ayuda, y Christina se conectó para ayudar.
«¿Hay alguien allí?» decía el mensaje que apareció en la pantalla.
Christina escribió: «Sí, aquí estoy. ¿En qué puedo ayudarle?»
La joven del otro lado le contó detalles de su desesperante situación en la que el suicidio parecía ser la única respuesta. Christina le habló, compartiendo, entre otras cosas, palabras de aliento de la Biblia. Le aseguró que su vida era invalorable, y que era importante para Dios y otras personas.
Tarde esa noche, cuando finalmente desconectó su computadora, Christina suspiró profundamente pensando: Bueno, ¡jamás esperé algo así! Planeaba viajar al extranjero este verano, pero aquí estoy, en mi casa, compartiendo esperanza con personas de todo el mundo.
A medida que las reuniones avanzaron, Christina ayudó a capacitar a nuevos voluntarios y responder sus preguntas para que pudieran ser tan efectivos como fuera posible.
EL MUNDO MISIONERO DIGITAL
Si se lo preguntáramos a Tobías Kazmierzak, gerente del CED en las Filipinas, junto con su esposa Julia, qué piensa de los misioneros digitales, él nos dirá: «Es inspirador ver el entusiasmo en el rostro de cada voluntario mientras pensamos en maneras en las que podemos alcanzar y realizar un seguimiento con las personas en el mundo digital. Emociona escuchar cuán agradecidas están las personas cuando respondemos a sus mensajes. ¡Hacer esto con jóvenes inspirados ha sido un gozo real!»
Los voluntarios del CED como Pratik y Surrender ayudaron a conectar a un hombre de una fe no cristiana con una iglesia adventista local, donde ha hallado las respuestas que estaba buscando. Dianne podría contarle historias de vidas que han pasado de la desesperanza a hallar un propósito y un significado. Escuchemos a Mellen o Van Nezza que cuentan sobre exadventistas que han regresado a la iglesia y están alcanzando a sus amigos con el evangelio.
Desearía que viera cómo los voluntarios con experiencia del CED trabajan en cada turno como asesores para ayudar a responder preguntas de los nuevos voluntarios, a medida que se van acostumbrando a esa nueva manera de practicar el ministerio y las complejidades del programa informático y el sistema de seguimiento.
AWR recibió inclusive mensajes como este de países cerrados: «Acepto a Dios y el sábado como día de reposo. Quiero definidamente guardar ese día. Estoy experimentando ataques de todos lados. Oren para que yo pueda tener la fortaleza necesaria, el valor y la paz de Dios».
Hoy día, mediante los canales de medios sociales, los celulares, los sitios web, YouTube y otros, podemos tocar el mundo de maneras con las que nuestros pioneros solo hubieran podido soñar. El profeta Isaías dijo: «Entonces oí la voz del Señor que decía: “¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?” Y respondí: “Aquí estoy. ¡Envíame a mí!”» (Isa. 6:8, NVI).
Si escuchan el llamado de Dios y están interesados en sumarse al equipo del CED en las Filipinas, o si les gustaría saber más sobre cómo ser voluntario desde su hogar, contáctense por favor con AWR.
El mes próximo aparecerá la segunda parte de este artículo en el sitio web de Adventist World, con historias de cómo otros voluntarios lograron asociarse con AWR para impactar el mundo para Jesús de maneras sumamente reales. Usted también puede colaborar como voluntario, aun si tiene un trabajo o es estudiante de tiempo completo. Lo aguardan emocionantes aventuras con Dios.
*El nombre ha sido cambiado.