Miembros de iglesia en El Salvador distribuyen paquetes de regalo a los trabajadores vestidos con EPP.
Un grupo de adventistas del séptimo día recientemente distribuyó miles de pequeños paquetes de regalo a los trabajadores de primera línea en el este de El Salvador. Docenas de profesionales de la salud, médicos y enfermeras de las iglesias adventistas de la ciudad de San Miguel, empaquetaron bebidas energizantes y libros sobre la esperanza para entregar a varias personas que pasan horas vestidas con su equipo de protección personal en muchos de los hospitales locales.
“La zona oriental de El Salvador es una de las regiones más calurosas de Centroamérica, y muchos de los hospitales aquí no tienen aire acondicionado. Así que el uso de los trajes bioprotectores produce muchísima incomodidad al personal médico que cuida de los enfermos”, dijo Edwin López, pastor distrital en San Miguel.
Leonardo Romero Taura, quien trabaja en el Hospital Nacional San Juan de Dios, en San Miguel, contó que al usar un traje protector, los días son desafiantes. “La sensación es horrible: es sofocante. Imagina que te meten en una bolsa de plástico, la sellan y luego te ponen al sol, donde los rayos se sienten con más fuerza”, explicó. “Así se siente el personal de salud al usar los trajes bioprotectores para cuidar a las personas contagiadas con la COVID-19”. El pastor López añadió que los usan ocho horas seguidas, pero que algunos los usan hasta doce horas. “Durante ese período, no puedes sacártelo para nada… y quedas completamente deshidratado”.
Muchos miembros de iglesia se unieron a la iniciativa y enviaron fondos para comprar, preparar, y distribuir tres mil paquetes con bebidas y copias del libro misionero del año 2020, escrito por Mark Finley y titulado Esperanza en medio del caos.
“El objetivo era compartir un poco de alivio y esperanza a los héroes que trabajan al frente de batalla y que día a día tienen que lidiar con el sufrimiento y la muerte que el coronavirus ha traído”, declaró el pastor López. La iniciativa surgió a partir de una serie de informes que los medios compartieron acerca de los desafíos que los profesionales de salud enfrentan cada día al cuidar a las personas contagiadas de COVID-19.
“Nuestra intención era que al satisfacer una necesidad inmediata, los corazones se abrieran al mensaje de amor y esperanza”, explicó Jackelin Ortiz, miembro de iglesia que ayudó a distribuir los paquetes.
“Estamos muy agradecidos a nuestro Creador por hacernos partícipes de su misión”, expresó Johana Castro, también miembro de iglesia en San Miguel. “Dios puso en nuestros corazones el deseo de ayudar a los involucrados en esta iniciativa especial; nosotros simplemente obedecimos su voz”.
La iniciativa, que comenzó su primera fase de distribución el 18 de julio de 2020, en San Miguel, hasta ahora ha beneficiado a miles de profesionales en cuatro de los ocho hospitales locales de la ciudad, según contó el pastor López.
Muchos profesionales de la salud dijeron que están agradecidos por haber recibido los paquetes y porque han orado por ellos y por su situación al hacerle frente a la pandemia diariamente.
“El proyecto se llevó a cabo junto al ministerio de Dorcas de las iglesias locales, listas a colaborar en actividades humanitarias para cumplir la gran comisión de llevar el mensaje de esperanza y resaltar que Jesús es nuestra salvación de la muerte eterna”, agregó López. “Este proyecto no solo ha motivado a una de las iglesias que pastoreo, sino a todas las iglesias del distrito a seguir siendo testigos en la comunidad, mostrando que nuestras acciones dan testimonio de lo que creemos”.
Cada libro contenía información acerca de la Iglesia Adventista, la estación radial de la iglesia —Radio Stéreo Adventista (RSA)—, e información de contacto para recibir ayuda, apoyo y guía espiritual.
Alexis Romero, presidente de la iglesia en el este de El Salvador, dijo que fue muy satisfactorio ver cómo los pastores motivaban a los miembros a compartir amor y a esparcir el evangelio. “Fue maravilloso ver que de generación en generación, el espíritu de servicio sigue presente en la Iglesia Adventista”, declaró Romero. “Tuve el privilegio de crecer en la iglesia, y ese espíritu de sacrificio y entrega aún está vivo en favor de los demás”.
La versión original de esta historia fue publicada en las noticias de la División Interamericana.