ADRA brinda asistencia a familias e iglesias azotadas por el huracán Isaías en República Dominicana
La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en República Dominicana está ayudando a cientos de familias afectadas por el huracán Isaías, que azotó la isla el 30 de julio de 2020. La tormenta trajo lluvias y ríos desbordados, que inundaron catorce provincias y afectaron a más de cinco mil quinientas personas y a mil hogares.
“La mayor parte del daño lo recibió la comunidad Gualey, provincia de Hato Mayor, en la región sureste”, dijo Roberto Matos, director de ADRA en el país, quien visitó muchas de las comunidades afectadas después del huracán.
A Hato Mayor no le resultan desconocidos los huracanes, ya que fue devastado por Irma y María en el 2017.
“Muchísimas personas en Hato Mayor expresaron que esta vez la inundación fue peor: casi alcanzó el techo”, agregó Matos. “Esto llega en un momento en que el país atraviesa una crisis económica debido a la pandemia”.
Altagracia Zorrilla mencionó que aún está en shock al ver cómo se desencadenaron los eventos con la llegada del huracán Isaías. “No tuvimos tiempo de recoger nada, y el agua vino tan rápido que tuvimos que irnos apresuradamente”, explicó. “Al día siguiente, cuando regresamos, vimos el desastre en mi casa. Una de las paredes se había caído y todas mis pertenencias habían sido barridas por la corriente”. Zorrilla es una de las beneficiarias de la respuesta de ADRA en Hato Mayor.
Wilberto Rodríguez, de Hato Mayor, mencionó que él y su familia ya pasaron por inundaciones anteriormente, pero ninguna como la del huracán Isaías. “El agua creció hasta alcanzar una altura que nunca habíamos visto. Perdimos todas nuestras pertenencias: camas, ropa, alimentos… todo quedó cubierto de lodo”.
ADRA está proveyendo 409 camas somier a 385 de las familias más afectadas de Hato Mayor. “Cada familia registrada podrá recoger su cama en una ubicación cercana”, dijo Matos. Las familias afectadas también han recibido alimentos y ropa.
Paulino Puello, presidente de la Iglesia Adventista en República Dominicana, informó que 159 familias de la iglesia perdieron sus pertenencias en la inundación. “Inmediatamente después de la tormenta, los miembros de iglesia de la región sureste compartieron un plato de comida caliente con cientos de personas, por tres días seguidos”, dijo el pastor Puello. También mencionó que la unión y las asociaciones de toda la isla enviaron donaciones para ayudar a las familias adventistas y a las demás personas de las comunidades afectadas. Varias iglesias se inundaron, y más adelante se evaluará su estado para ver el daño estructural.
“Seguimos orando por las familias que, aunque perdieron todo, se mantienen fuertes en la fe”, expresó el pastor Puello.
La versión original de esta historia fue publicada en las noticias de la División Interamericana.